Para que tanto empresas como particulares convivan en un entorno de ciberseguridad sólido, la directiva NIS 2 establece un marco robusto que consiga proteger a las organizaciones europeas frente a las crecientes amenazas cibernéticas. Se trata de un paso clave para promover la ciberresiliencia y aumentar la confianza de los clientes en las diferentes compañías de los sectores de actividad más relevantes para la sociedad. Esta búsqueda de la proactividad en materia de ciberseguridad se conseguirá a través de la implantación progresiva de estas normativas que exigen, entre otras cosas, un control exhaustivo, una inversión ambiciosa en tecnología y la contratación de personal con formación en amenazas digitales.
Por Directiva NIS2, cuyas siglas corresponden a “Network and Information Security 2” nos referimos a la legislación sobre ciberseguridad aplicable en toda la UE, que impone obligaciones tanto a los Estados miembros como a entidades públicas y privadas. Esta normativa fue adoptada por la Unión Europea en 2022 y no es reciente, ya que funciona como una actualización que pretende seguir mejorando los avances iniciados con la Directiva sobre Seguridad de las Redes y los Sistemas Informáticos (NIS), creada en el año 2016.
El objetivo principal es crear unos estándares comunes de ciberseguridad en todos los Estados que forman parte de la Unión Europea. De este modo, se puede mejorar la ciberresiliencia de todos los sistemas de información del continente y reducir el riesgo de sufrir ciberataques o, en caso de sufrirse, contar con buenas prácticas que ayuden a recuperar la normalidad de la infraestructura digital lo antes posible.
Esta evolución pretende, entre otras cosas, ampliar el ámbito de aplicación, con requisitos más estrictos y reforzando las medidas de ejecución. Por ejemplo, en el caso de España, los profesionales cualificados de cada sector de negocio tienen la obligación de supervisar que se cumple esta directiva y deben desarrollar un protocolo sólido de gestión de riesgos.
Y para comprender su desarrollo en fechas, la Directiva NIS 2 se aprobó en noviembre de 2022 y no fue hasta el 16 de enero de 2023 cuando se produjo su entrada en vigor. Casi dos años después, el 17 de octubre de 2024 se cumplió la fecha límite para la trasposición del ordenamiento jurídico de los Estados Miembros. Y antes del próximo 17 de abril de 2025, los Estados miembros deben crear una lista de entidades esenciales así como de aquellas que prestan servicios de registro de nombres de dominio. Este listado se deberá revisar, al menos, cada 2 años.
De cara a reforzar los protocolos de seguridad y sobre todo la respuesta ante los ciberataques, la directiva NIS 2 propone:
El nexo entre la directiva NIS 2 y la ciberseguridad es claro ya que esta persigue el fortalecer la ciberresiliencia de las organizaciones, protegiendo sus redes y sistemas de información frente a las cada vez más frecuentes amenazas cibernéticas.
De lo que se trata es de que las empresas cuenten con esta directiva como un recurso que les exige desarrollar una mejor gestión del riesgo, con evaluaciones periódicas de vulnerabilidades, el desarrollo de políticas de seguridad y el uso de tecnologías que detecten y mitiguen estas amenazas.
Y que, una vez que estos sistemas estén bien reforzados, se notifiquen los incidentes de seguridad y se cree una base de datos de incidentes que permita identificar patrones e ir mejorando en materia de prevención para al mismo tiempo fomentar la cooperación entre los Estados y las organizaciones afectadas, creando respuestas coordinadas ante estos ataques que contribuyan a un entorno digital más seguro y resiliente.
El rol de la directiva NIS 2 es especialmente relevante en las empresas porque es la que va a garantizar la implementación de medidas de ciberseguridad sólidas y efectivas que consigan, de forma más eficiente, gestionar las amenazas cibernéticas y los riesgos que estas conllevan. Se trata de un marco que las empresas deben seguir para cumplir con los requisitos legales de seguridad que se imponen desde la UE
El impacto más evidente en el corto plazo para las empresas se traduce en 3 puntos clave: una mayor inversión en ciberseguridad (con mejoras de infraestructuras tecnológicas y contratación de personal especializado), una mejor gestión de riesgos y un refuerzo de la reputación y la confianza de cara a sus consumidores y proveedores.
Lo más importante a la hora de que cualquier entidad cumpla con la normativa NIS2 es que, al implementar estas medidas, consiguen además reforzar su ciberresiliencia frente a amenazas cibernéticas de todo tipo. Para esto es necesario contar con un enfoque estratégico muy sólido, que persigue la mejor ciberseguridad posible y una gestión óptima de riesgos tecnológicos. El paso a paso para que las organizaciones puedan triunfar en el cumplimiento de esta normativa son:
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