Inversión & Mercados // 07 de marzo de 2021

Miedo a que EEUU congele las importaciones de gas y petróleo ruso


Semana negra la que cerramos el viernes, y la que empieza no parece que vaya a ser mejor. Al cierre del viernes, el índice S&P se deja un -1.27% en la semana, mientras que el castigo es sin duda mucho mayor en los mercados europeos (Stoxx 600:-7%). En el caso del Ibex, cierra con una caída semanal del 9%, su peor semana desde marzo de 2020.

El precio del crudo ganaba un 7% en la semana, hasta llegar a superar los 120 dólares/barril el viernes, mientras que el precio del gas sube un 116%, hasta máximos históricos (ambas cifras se superan esta mañana). Dado que Rusia y Ucrania son dos de los mayores exportadores de grano del mundo, los precios de las materias primas agrícolas escalan también con fuerza. La situación ha empeorado aun más durante el fin de semana. El precio del Brent se acerca en la apertura del lunes a los 130 dólares, máximos desde 2008, después del anuncio ayer del Secretario de Estado de EEUU, Antony Blinken sobre las conversaciones actuales con los aliados de la OTAN para prohibir la compra de petróleo y gas a Rusia para así incrementar las sanciones y quitar una de las principales fuentes actuales de ingresos del país (tras la congelación de las transferencias SWIFT para el resto de bienes). A la vez, la portavoz del Senado, Nancy Pelosi, anunciaba que el Congreso americano está ya explorando por su cuenta dicha prohibición, para “aislar aun más a Rusia”. La noticia llegaba después de que el sábado se abriera un poco la esperanza a que las sanciones a Irán se vayan relajando y así permitir que sus exportaciones de crudo aumenten significativamente a partir del tercer trimestre, aliviando la tensión mundial.

Mientras, las rentabilidades de los bonos refugio siguen cayendo. En el caso del Bund alemán a 10 años, vuelve a terreno negativo del -0.07%.

En cuanto a los datos de esta semana, destaca la publicación del IPC de EEUU, que podría llegar hasta el 7.8% anual,, la cifra más alta en 40 años. Además, el jueves tenemos reunión del BCE, entre la espada y la pared. Parece que la guerra en Ucrania y el posible impacto sobre el crecimiento europeo obliga a retrasar posibles subidas de tipos (no llegará la primera, según nuestros analistas, hasta el primer trimestre de 2023), pero a la vez la inflación, conocida la semana pasada, ha escalda hasta el 5.8% anual, la más alta desde que se creó la moneda única. Recordemos que en esta reunión se deberían de actualizar también las previsiones de crecimiento e inflación.

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