31 de Marzo de 2023 // Inversión & Mercados

CIO Insights: perspectivas económicas y financieras. Primer trimestre.

La inflación se mantiene sólida

Ya ha llegado la primavera al hemisferio norte. La luz y las temperaturas más templadas suelen propiciar un optimismo natural, especialmente después de un invierno difícil. La terminología económica y de inversiones puede respaldar este optimismo estacional al hablar, por ejemplo, de los «brotes verdes de la recuperación».

No obstante, como han demostrado los acontecimientos recientes, el entorno de inversión sigue siendo muy complicado y debe sortearse con mucha precaución. La inflación, la respuesta de los bancos centrales y sus implicaciones económicas y empresariales siguen siendo clave. Incluso después de las caídas recientes, las valoraciones actuales de los mercados siguen suponiendo implícitamente que puede evitarse un «aterrizaje brusco» de la economía; es decir, que la Fed y otros bancos centrales podrán mantener un enfoque de política monetaria adecuado, suficientemente restrictivo para enfriar las economías sin abocarlas a una recesión o provocar grandes caídas en algunos sectores. Pese a sus conocimientos y competencias, a los bancos centrales podría costarles acertar en la «trayectoria de vuelo» de sus políticas. El enquistamiento de la inflación en las principales economías a principios de 2023 y el deterioro reciente de las condiciones financieras dificultan aún más su tarea. Estos factores agravan las tres preguntas que subyacen en las decisiones de política monetaria. La primera: ¿cómo será de importante el impacto del endurecimiento monetario? Segunda: ¿cómo de rápido se materializará este impacto? Tercera: ¿se puede gestionar este proceso con las estructuras de políticas existentes? Sigue habiendo aún muchos factores que justifican que los bancos centrales mantengan una política restrictiva para frenar la inflación subyacente, que se mantiene persistentemente elevada. Hoy está ampliamente aceptado que un nivel determinado de endurecimiento monetario tiene menos impacto que en los ciclos financieros anteriores; unos mercados laborales que aún se mantienen sólidos podrían retrasar también su impacto, así como los efectos que subsisten de los estímulos fiscales de la pandemia. De la misma forma, sigue habiendo interrogantes técnicos sobre los futuros cambios de los enfoques y estructuras de las políticas, como los que podría adoptar por primera vez el Banco de Japón.

Aunque, en última instancia, los bancos centrales se impondrán: prevemos que la inflación se modere a lo largo del próximo año, pero que permanezca por encima de los niveles objetivo. Nuestro escenario central sigue siendo que los tipos oficiales de la Fed y el BCE lleguen bastante pronto a sus niveles terminales (sus máximos). Sin embargo, nos parecen exageradas las recientes expectativas del mercado de rebajas de tipos de la Fed en la segunda mitad de 2023, debido a las dificultades de algunos bancos regionales en Estados Unidos y las consiguientes preocupaciones sobre la liquidez del mercado. Dada la resuelta respuesta de la Fed por el momento y las contundentes medidas ya adoptadas en la zona euro después de las crisis financieras anteriores, no creemos que exista riesgo sistémico.

Sin embargo, los mercados financieros podrían mantenerse cautos. Incluso suponiendo que el ciclo de los tipos de interés pueda gestionarse, el potencial de unos rendimientos más altos mantendrá en el foco de atención los bonos corporativos de más riesgo, si bien no prevemos una ampliación significativa de los diferenciales. Parece probable que las ganancias de la renta variable sean moderadas en los próximos 12 meses, frenadas tanto por las alzas de los tipos de interés como por la probabilidad de que las expectativas de beneficios empresariales caigan más. Como sin duda saben los inversores, ahora hay muchas alternativas a la renta variable como clase de activo.

En Europa, Oriente Medio y África, así como en Asia-Pacífico, este material se considera material de marketing, pero no en Estados Unidos. Las previsiones se basan en suposiciones, estimaciones, opiniones y modelos hipotéticos que pueden resultar incorrectos. El rendimiento pasado no es indicativo de los rendimientos futuros. La rentabilidad se refiere a un valor nominal basado en las ganancias/pérdidas de los precios y no tiene en cuenta la inflación. La inflación tendrá un impacto negativo en el poder adquisitivo de este valor monetario nominal. Dependiendo del nivel actual de inflación, esto puede llevar a una pérdida real de valor, incluso si el rendimiento nominal de la inversión es positivo. Las inversiones conllevan un riesgo. El valor de una inversión puede bajar o subir y es posible que no recupere la cantidad invertida originalmente en cualquier momento. Su capital puede estar en peligro. 

La información suministrada en este documento está basada en criterios objetivos e información fiable, pero no constituye oferta, ni solicitud para comprar o vender el producto financiero analizado, quedando la opinión expresada en la fecha de emisión del análisis, sujeta a cambios experimentados por los mercados. Deutsche Bank no se responsabiliza de la toma de decisiones que se fundamenten en esta información. Deutsche Bank Sociedad Anónima Española Unipersonal. All rights reserved. Deutsche Bank, S.A.E.U.-RM Madrid,T.28100, L. 0,F.1, S.8, hoja M506294, inscripción 2, -CIF . A-0800061

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