6 de Julio de 2023 // Inversión & Mercados

CIO Insights: perspectivas económicas y financieras. Segundo trimestre.

Crecimento: un juego de equilibrios

La vida, personal y profesional, consiste en muchos sentidos en encontrar el equilibrio. Esto también se aplica al crecimiento y a la política económica.

Los bancos centrales deben encontrar un equilibrio entre subir los tipos para luchar contra la inflación y el peligro de hacer caer sus economías en recesión. Para tomar buenas decisiones, tanto la Fed como el resto de los bancos centrales necesitan contar con datos correctos y tener la capacidad de valorarlos teniendo en cuenta sus necesidades concretas y sus mandatos (que pueden incluir el empleo o el crecimiento, además del control de la inflación). Actualmente, la Fed se enfrenta a retos muy específicos, tales como evaluar los cambios en las condiciones financieras y en qué medida éstos se deben al endurecimiento monetario, o bien a otros factores como los problemas de los bancos regionales.

Los inversores deben asimismo encontrar un equilibrio. Las decisiones tácticas basadas en movimientos del mercado a corto plazo no son una fuente sostenible de rentabilidad; deben tomarse como parte de una asignación estratégica de activos (SAA en sus siglas en inglés) que se base en una evaluación más amplia de los cambios estructurales económicos y de inversión.

Este año, el crecimiento económico debería provenir principalmente de Asia: tras empezar de manera irregular, la recuperación de China será seguramente más dinámica en la segunda mitad del 2023, antes de desacelerarse en 2024. En cambio, nuestro escenario base para los mercados desarrollados es de una recesión moderada o de un periodo de débil crecimiento en 2023, seguido de una ligera recuperación en 2024. Un bajo crecimiento de los mercados desarrollados junto con una inflación persistente, así como una mala interpretación de la aparente fortaleza actual de los mercados de empleo de muchos países, podrían aumentar el riesgo de un endurecimiento monetario excesivo.

Prevemos que el tipo de los «Fed funds» toque techo pronto en el 5,25-5,50%, y que el tipo de depósito del BCE ascienda (algo más tarde) hasta un máximo del 4%. Sin embargo, la posibilidad de que los tipos suban aún más, y la persistente preocupación por la inflación, implica que los rendimientos de la deuda pública seguramente seguirán repuntando. Nuestra previsión central es que los tipos del bono del Tesoro estadounidense a 10 años se sitúen en el 4,20% y los del Bund alemán a 10 años en el 2,80% para finales de junio de 2024; y entretanto, podrían alcanzar cotas más elevadas. Los inversores deben anticipar que las curvas de tipos vuelvan a inclinarse, o sean menos invertidas, en el horizonte previsto.

Los mercados de renta variable seguramente se verán lastrados por unos beneficios planos en 2023 y el reconocimiento de que, en un mundo con rendimientos más altos, es poco probable que las valoraciones bursátiles vuelvan a los niveles de antes. La persistencia de la inflación también podría presentar algunos riesgos, pese al apoyo que puedan tener las subidas de precios para esta clase de activos. No obstante, dado que es probable que los beneficios empresariales repunten de nuevo en 2024, creemos que la mayoría de los mercados de renta variable tienen potencial para registrar ganancias de un dígito en los próximos 12 meses.

No puede asegurarse que ninguna previsión u objetivo vayan a alcanzarse. Las previsiones se basan en suposiciones, estimaciones, opiniones y modelos hipotéticos que podrían resultar ser incorrectos. Las rentabilidades pasadas no son indicativas de rentabilidades futuras. La rentabilidad se refiere a un valor nominal basado en las subidas/caídas de precios y no tiene en cuenta la inflación. La inflación tendrá un impacto negativo en el poder adquisitivo de este valor monetario nominal. En función del nivel actual de inflación, esto podrá provocar una pérdida del valor real, incluso si la rentabilidad nominal de la inversión es positiva. Las inversiones conllevan riesgos. El valor de la inversión puede subir o bajar, y es posible que no pueda recuperar el importe de su inversión inicial en algún momento dado. Su capital puede estar en riesgo. Documento redactado en junio de 2023.

En Europa, Oriente Medio y África, así como en Asia-Pacífico, este material se considera material de marketing, pero no en Estados Unidos. Las previsiones se basan en suposiciones, estimaciones, opiniones y modelos hipotéticos que pueden resultar incorrectos. El rendimiento pasado no es indicativo de los rendimientos futuros. La rentabilidad se refiere a un valor nominal basado en las ganancias/pérdidas de los precios y no tiene en cuenta la inflación. La inflación tendrá un impacto negativo en el poder adquisitivo de este valor monetario nominal. Dependiendo del nivel actual de inflación, esto puede llevar a una pérdida real de valor, incluso si el rendimiento nominal de la inversión es positivo. Las inversiones conllevan un riesgo. El valor de una inversión puede bajar o subir y es posible que no recupere la cantidad invertida originalmente en cualquier momento. Su capital puede estar en peligro. 

La información suministrada en este documento está basada en criterios objetivos e información fiable, pero no constituye oferta, ni solicitud para comprar o vender el producto financiero analizado, quedando la opinión expresada en la fecha de emisión del análisis, sujeta a cambios experimentados por los mercados. Deutsche Bank no se responsabiliza de la toma de decisiones que se fundamenten en esta información. Deutsche Bank Sociedad Anónima Española Unipersonal. All rights reserved. Deutsche Bank, S.A.E.U.-RM Madrid,T.28100, L. 0,F.1, S.8, hoja M506294, inscripción 2, -CIF . A-0800061

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