8 de Abril de 2021 // Inversión & Mercados

CIO Insights: Informe trimestral de Perspectivas Económicas y Financieras. Segundo Trimestre


Se ven luces al final del túnel en la economía mundial. Para el segundo semestre de 2021, muchas economías seguramente ya se habrán reabierto mucho más. Sin embargo, es posible que no todas tengan la suerte de hacerlo, y siguen existiendo riesgos sustanciales.


Con los programas de vacunación en marcha en muchos países, es previsible que se sigan levantando las restricciones sanitarias, y el crecimiento del PIB repuntará tanto en el segundo y tercer trimestres de 2021, y también posteriormente. Las cifras económicas de este año deberían ser elevadas: prevemos un crecimiento del PIB del 5% en Estados Unidos, el mayor nivel desde 1984, aunque partiendo de una grave recesión. En la página 23 figura el resumen de nuestras previsiones.

Por supuesto, los mercados anticipan desde hace tiempo una recuperación económica, por lo que ya empezaron a subir en 2020. Ahora, se están centrando en las posibles implicaciones de la recuperación, en particular en lo que se refiere a la inflación: una posible consecuencia que ya identificamos en nuestras perspectivas económicas para 2021, Movimientos tectónicos: Más allá de la COVID-19. Otros efectos identificados en dicho informe (como la escalada de la deuda) resultan ya evidentes, mientras que otros seguramente pasarán a un primer plano a medida que avance el año. En la figura 1 resumimos los efectos en 2021. «No vamos a volver en cuatro días a una economía mundial como la anterior a la pandemia, y es posible que el proceso de normalización no sea fluido».

Con todo, es posible que podamos volver a un entorno como el anterior a la pandemia, pero no será rápidamente; al mismo tiempo, la pandemia ha acelerado ciertas tendencias que ya existían, por lo que tal vez el proceso de normalización no será fluido. Como observamos en nuestras perspectivas para 2021, el mundo ha cambiado para las personas, las empresas y los gobiernos. Los inversores también podrían tener en cuenta los viejos dichos: «Sol poniente en cielo grana, buen tiempo por la mañana»; «cielo rojo al amanecer, el mar se ha de mover».

Efectivamente, tras el primer resplandor del amanecer al reanudarse el crecimiento económico, las condiciones podrían complicarse más adelante. En consecuencia, tras un periodo de fuerte crecimiento, los inversores se harán dos preguntas: ¿cuáles son las consecuencias de lo que ha pasado? y ¿cómo actuar a partir de ahora?

Para un inversor, esto significa tener una cartera que pueda capear las tormentas que nos acechan, con el uso de una asignación estratégica de activos y una exitosa gestión de los riesgos cuando éstos aparezcan. Como hemos apuntado, los mercados siempre miran hacia adelante y, si bien las políticas monetaria y fiscal parecen haber sentado las bases para la recuperación económica, no está claro cómo van a llevar a cabo su segundo objetivo de mantener la estabilidad de los mercados financieros para que las turbulencias no pongan en peligro la recuperación. La volatilidad del mercado en febrero y marzo debido al cambio de las expectativas de inflación ha mostrado la dificultad de conseguir este objetivo y los posibles límites de las capacidades de los bancos centrales.

Los mercados podrían sufrir otros traspiés temporales a medida que avanza el año debido a los temores sobre las consecuencias de la crisis del coronavirus (como los niveles de deuda) o, tal vez, a innovaciones bastante distintas (como las monedas digitales de los bancos centrales). En los próximos meses, las preocupaciones también podrían girar en torno a las expectativas de alza de la inflación, alentadas por unas tasas de inflación interanuales más elevadas, en particular debido a los bajísimos precios del petróleo de hace un año, durante la contracción económica. Todas las carteras deben contar con una gestión eficiente del riesgo.

Sin embargo, los inversores deben ir más allá de estos ruidos temporales e identificar temas de inversión a más largo plazo: sin duda surgirán muchos en este mundo en rápida transformación. A partir de la página 17 hablamos de las posibles evoluciones en nuestros temas clave de inversión. Como hemos expuesto anteriormente, éstos deben situarse en el contexto de la tecnología, la demografía y la sostenibilidad del mundo en el que vivimos, lo que llamamos el triángulo TEDS por sus siglas en inglés. Pasado el 2021, estos temas seguirán siendo relevantes para los inversores durante mucho tiempo.

Rentabilidades pasadas no son indicativas de rentabilidades futuras. Las previsiones no son una indicación fiable de la rentabilidad futura. Su capital puede estar en riesgo. Los lectores deben remitirse a las declaraciones y advertencias sobre riesgos al final de este documento. Redacción: marzo de 2021

La información suministrada en este documento está basada en criterios objetivos e información fiable, pero no constituye oferta, ni solicitud para comprar o vender el producto financiero analizado, quedando la opinión expresada en la fecha de emisión del análisis, sujeta a cambios experimentados por los mercados. Deutsche Bank no se responsabiliza de la toma de decisiones que se fundamenten en esta información".

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