9 de febrero de 2023 // ESG

Futuro de las infraestructuras en Europa: invirtiendo en cambio y resiliencia

Todo el mundo necesita infraestructuras para vivir y funcionar, ya sean físicas, sociales o digitales. En la mayoría de las economías desarrolladas, gran parte de las infraestructuras físicas son antiguas y existe la creencia arraigada de que es necesario sustituirlas o modernizarlas. Pero hay otros tres factores que hacen que la inversión europea en infraestructuras sea ahora especialmente dinámica.

En primer lugar, la sostenibilidad/seguridad. Como en otras regiones, la población y los responsables políticos están cada vez más preocupados por el impacto del cambio climático y otros problemas medioambientales, y la transición energética (hacia fuentes sostenibles) es ahora un tema importante. Europa también se enfrenta a una amenaza inmediata a la seguridad energética por la guerra entre Rusia y Ucrania. Lograr la seguridad y la resistencia requerirá probablemente una mayor descentralización y diversificación de las infraestructuras energéticas, lo que facilitará la adaptación a los cambios futuros.

En segundo lugar, el apoyo político. Las medidas destinadas originalmente a apoyar la recuperación europea de la pandemia de coronavirus -en particular el enorme fondo NextGenEU (NGEU)- tienen un importante componente de infraestructura y ahora complementan una serie de otras iniciativas.

En tercer lugar, la tecnología. La innovación está permitiendo reconsiderar muchos aspectos de las infraestructuras, no sólo las comunicaciones digitales. En algunos ámbitos, por ejemplo las energías renovables, Europa es líder del mercado en tecnología aplicada. En parte como consecuencia de ello, es la región más importante para la captación de fondos privados para infraestructuras. Una de las prioridades será aumentar la eficiencia de los procesos existentes, ampliándolos o añadiendo flexibilidad.

Cumplir los compromisos de mitigación del cambio climático y otros implicará grandes cantidades de inversión, a escala mundial y europea. La capacidad de los gobiernos para proporcionar esto no es infinita - particularmente dadas las presiones fiscales existentes relacionadas con la pandemia. La inversión privada desempeñará un papel fundamental en múltiples ámbitos de las infraestructuras. Esto se hará a través de una serie de canales, incluidos los mercados privados.

La inversión en infraestructuras se ha centrado tradicionalmente en los grandes proyectos, que ofrecen flujos de ingresos derivados de la construcción o explotación de las instalaciones. Pero es probable que la mayor parte de la inversión futura en infraestructuras se destine a proyectos más pequeños e innovadores, en los que el principal atractivo de la inversión sea la revalorización del capital. La naturaleza cambiante de la inversión en infraestructuras requerirá enfoques diferentes para gestionar la inversión en una cartera.

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